La depuración es una de las tareas más frustrantes de la programación. No sólo hiere nuestro ego recordándonos que nuestro código no es perfecto, sino que además suele ser muy lento y laborioso.
Siguiendo un poco el modelo de las 5 etapas del duelo por las que pasa la gente cuando lidia con una tragedia, Mike Cremer definió las 6 etapas por las que pasa un programador cuando se encuentra con un nuevo bug: negación, ira, negociación, depresión, aceptación y ¿duda?
He tenido un puñado de dejavu a la vez, jajaja
Dejavu sans mono? 😀